sábado, 14 de abril de 2012

Infortunio


Thomas Shaw se paseaba nervioso en su camarote. Formaba círculos con su andar ante la atenta mirada de un selecto grupo de hombres, incluidos entre ellos el capitán Edward John Smith y el jefe de oficiales Henry Wilde. Era apenas el mediodía del 14 de abril y, durante el desayuno, había llegado a sus oídos un rumor curioso: a bordo, en una de las escotillas designadas para el cargamento, estaba escondida la supuesta momia de una sacerdotisa egipcia.

—¿Qué vamos a hacer al respecto? —preguntó frotándose las manos.

—¿A qué se refiere? —inquirió a su vez uno de los presentes—. Revisar las escotillas de carga sería problemático y llamaría la atención de los pasajeros.

martes, 3 de abril de 2012

El don de la oscuridad


Dov era un chico de la noche. Fuera por sus continuas desveladas o por casualidad, tenía un mejor funcionamiento después del anochecer. No solo su mente se agilizaba y sus sentidos despertaban en un cien por ciento, había algo más que no sabía explicar, algo que lo llamaba y lo fortalecía.

De día, si es que estaba despierto, no era más que un muchacho demasiado callado, algo extravagante y de apariencia pálida y ojerosa. Pero de noche…, de noche todo eso cambiaba. Era uno mismo con las sombras. Su silueta se mezclaba en su negrura, su aliento se mezclaba con el frío, su mirada escudriñaba lo que normalmente nadie podría ver. Y su alrededor era apenas su patio de juegos en donde mataba tiempo y aprovechaba al máximo para agudizar los dones que se le habían dado.