lunes, 31 de octubre de 2011

Es mejor no mirar atrás



"Hay veces en las que es mejor no mirar atrás."

Estiró el cuello para ver por encima de la pared de su cubículo: ya estaba anocheciendo.

Su jefe había tenido la amabilidad de informarle, minutos antes de su hora de salida, que era necesario corregir y poner en orden la documentación comercial del mes, lo cual significaba que debía aplicarse a ello a la voz de ya sin sacrificar su jornada laboral normal. Dejó escapar un largo suspiro al mismo tiempo que se reclinaba en su silla. No tenía idea de cuánto tiempo le tomaría terminar y sospechaba que, al paso que iba, bien podría pasar la noche entera revisando facturas y escribiendo informes.

Sentía el cuerpo entumecido, así que se puso de pie y estiró los brazos hacia el techo hasta escuchar el chasquido de los huesos de su espalda.